Asesinos múltiples / Ridículos

Antes del desastre mundanal como diría Chinoy en alguna canción que anuncia el fin del planeta y solicita un cambio de actitud en quien la escuche, podemos detenernos a respirar. Si tan sólo fueramos conscientes de que el acto de inhalar es la principal causa de nuestra existencia, quizás lo pensaríamos dos veces antes de encender el auto en la mañana y elegiríamos al menos el transporte público en que el vehículo contamina para transportar a 40 en vez de tan sólo uno. De a uno vivimos la existencia, ¿qué es esa ilusión de que vivimos en sociedad? hace unos cuantos años ya que el sistema y sus capitanes llevan esforzándose para desarmar nuestra estructura social y lamentablemente, en la actualidad, a punta de facebook parecen victoriosos. Porque vivimos hoy en día al menos dos realidades cada uno: Una real y otra virtual. Mientras que la virtual parece real porque requiere el acto participativo de estar al menos detrás de una pantalla, en donde un símbolo certifica que el computador hace lo que uno le exige que haga, la otra, supuestamente real, responde a ordenes directas de seres virtuales que existen detrás de otra panatallita, papel de diario, de revista y código HTML. Andamos de a uno por el mundo y eso es exactamente lo que quieren. Y en esa lógica somos millones jugando a llevar caminos propios, nada compatibles con lo que fueran interesen comunes, ni mucho menos asociados a necesidades y preocupaciones planetarias: compra TU auto, escucha la música que a TÍ te gusta, camina por la vida pensando en TUS problemas, que son MUCHOS y así no alcanza para que en tu pequeña "gran" mente dejes espacio para el de al lado, nisiquiera el perro desvalido, el arbol caído, el círculo verdeazul que permite que seamos, tengamos cada uno un celular propio, ojalá dos, uno para cada realidad y así asumir que al menos la mitad de nuestra vida le corresponde a quien nos pague el sueldo y la otra mitad a quien nos haga sentir que somos valiosos desde otra perspectiva (necesidad de reconocimiento social), andemos cada uno con SU notebook personal, es más, la definición de un computador estacionario, en inglés, significa "Computador Personal" (Personnal Computer). Y todo apunta a que la sociedad no sea más que un grupo de robots alienados, mecanizados, atomizados pensando en cualquier cosa menos que la vida es ahora y el planeta exige un respiro. ¿Quién quedará vivo para reconstruir la sociedad planetaria? porque no se trata de la extinción de la pobre humanidad, porque hay ahí otro problema: Estamos convencidos de que somos los reyes del mundo. No existen aves, mar, cielo, montañas, nieve, ríos, hormigas, hornitorrincos, gatos, perros, arñas, vacas, mamuts, peces, minerales, ároboles, astromerias ni lilliums, nada y todo lo que nombré no es más que una birda convención entre nosotros mismos, y nos juramos reyes de la comunicación, sin embargo nuestros esfuerzos mentales nunca apuntaron a concebirla con quienes también habitan y son tanto más beneplácitos con nuestro entorno. El "pobre ser Humano" es la principal preocupación. Que ignorancia pensar que somos en nosotros mismos, siendo que si no exisitieran las demás especies esto no sería nisiquera un filme en una sociedad de hormigas. Somos ridículos, desconsiderados, egocéntricos, y ridículos denuevo, como si tuviera algún sentido que el lenguaje sea nuestro código si en él dejamos de saber hablarle y escuhar al planeta, el único rey de esta existencia, el suelo, el aire, el verdadero ser. Y la verdad es que tengo auto, lo enciendo cada mañana y esto no es más que otro mea culpa y un llamado de atención sin pretensiones mayores que darme cuenta de que cada día mi vida comete un error fatal.

No sé si en la existencia haya habido un depredador más grande y horrible que el ser humano que lo pinta todo de gris, empaña el aire con mugre de caprichos que son el resultado de un código que existe tan sólo entre nosotros mismos: EGOCENTRISMO que una vez más es una ridiculez, otra vez y otra más. Estamos hablando entre nosotros mismos solamente, redundante, ridículo, ridículo.

Daniel.