domingo, 24 de abril de 2011

Cara de libro


"..en este tiempo en que todo te lo ofrecen antes de que vayas a buscarlo..", poco espacio va quedando para la improvisación, para navegar libremente por un río fluído de ideas, sueños, experiencias aún desconocidas.
El hito central se refleja en los problemas generales que las personas están teniendo al intentar comunicarse a través de pseudo medios de comunicación como facebook, que ambiciosamente cada día nos pregunta ¿qué estás pensando? siendo que la comunicación si bien, utiliza a la mente para ordenar los sentimientos, es motivada de una u otra manera por las emociones, por tanto este rey, amo y señor de la vida de los humanoides de la actualidad, si tuviera una verdadera preocupación de saber cómo estamos del otro lado de la pantalla, debería estarse preguntando ¿qué estás sintiendo?, lo que entregaría la posibilidad de intentar hablar desde el sentimiento en vez de hacerlo desde el pensamiento. Primer error circunstancial y comunicacional; nos preguntan algo cuya respuesta provendrá desde la mente y no desde el corazón. El problema radica en la ignorancia de todos nosotros detrás del mouse: no tenemos ni idea de lo que se define por comunicación y tenemos amplias ganas de intentar satisfacer nuestra necesidad de expresión. Nos tiran el anzuelo y rapidamente mordemos la carnada: respondemos a la pregunta y nos sentimos aliviados por un instante.
Conozco una pareja que ha establecido su comunicación a través de facebook luego de haber terminado dicha relación. Es más, una actualización de estado que incluía una fotografía, fue el factor detonante a través del que uno de los dos se entera de la supuesta infidelidad del otro. Esto culminó la relación. Acto seguido, el engañado corre a reclamar su dignidad al lugar donde ambos solían vivir.
Entonces, nos motiva un elemento que escasamente completa el esquema de la comunicación y se acaba una relación basandose en una comunicación que ni siquiera se efectuó en vivo y en directo. Pero, ¿porqué el ser humano habría de entregar su vida a un programa, que no existe realmente, sólo de manera virtual; que no le interesa nada más de nosotros que solamente almacenar nuestra historia con quizás qué finalidad; y por otra parte controlar nuestra necesidad de reunión, segregación y comunicación de manera incompleta? ¿estoy loco o somos unos verdaderos idiotas?
Por lo pronto recomiendo quitar crédito a tal engañosa herramienta que al parecer pretende que la herramienta seamos nosotros.

D.G.H.