miércoles, 22 de abril de 2009

Un mal ejemplo


Escucho bocinazos, veo al chofer de la micro antigua tocar la bocina enardecido, como si el tiempo si estuviera quitando la vida. ¿Sabrá él de qué manera derrocha los instantes que están ocurriendo en su vida en estos momentos y en cada segundo de la vida? No lo sé. Pero está muy apurado, no sé bien qué lo apura, está como nublado, no se da cuenta de que ni sus bocinas ni la precaria velocidad que alcanzaría su microbus le ayudarán a llegar antes a quién sabe dónde quiere llegar tan pronto. Entonces veo que está simplemente actuando como le han dictado desde arriba. Su jefe le ha dicho que debe llegar siempre antes, para que así, pueda antes dar la vuelta y volver a tomar su recorrido hacia el otro extremo, de esta manera podrá llegar más rápido que su compañero y ser más eficiente que él. No se detiene en decirle que dicha eficiencia significa cambiar su vida, su espacio, su neurosis por ser más efectivo para el sistema de transportes, es decir será tan máquina como el microbus que conduce. Estamos siguiendo el modelo de una metropolis, de un lugar que a medida que anda con velocidad, puede generar más dinero, producir a destajo. En las ciudades de este tipo no hay leyes, sólo la del eje central de la vida en capitalismo: El dinero. Y sin darse cuenta, el mundo es ingenuo y permite este abuso confiando en que los seres actuamos de buena fe, como el resto de los seres que habitan este planeta. Nadie le ha dicho que el ser humano está mal conceptualizado, se quiere creer que lo "humano" es lo bueno, lo sano, lo correcto, lo solidario, todos estos conceptos están insertos en esta palabra que uno encuentra hasta bonita con sólo escucharla: "Ay, si es tan humano" o "estoy en un colegio humanista" Error. Hasta el momento me he dado cuenta de que casi todo lo que se relaciona con los humanos, termina o muerto o gris smog o podrido o triste o deja de funcionar. Los humanos inventamos cosas para luego destruirlas y dejar basura en nuestra tierra. Es como in círculo vicioso, todo acaba y para más remate, hacemos otra nueva que tendrá el mismo final. Y decimos con propiedad de sabiduría "nada es para siempre", la frase que consuela y avala que todo debe terminar muerto, sin embargo la naturaleza nos enseña lo contrario, las cosas tienen ciclos virtuosos y renovables, el mundo existe antes que cualquier otra cosa, las estrellas antes que el mundo, y nosotros acá, atacados por nuestro ego no podremos permitir que el resto viva siendo que sabemos que nosotros definitivamente moriremos. "´Todo se puede en la vida, menos la muerte", decimos con sabiduría también para darnos nuevamente la facultad de hacer lo que pase por nuestras mentes distorsionadas sin límite, por que "The sky is the limit" o "Just do it", aplaudimos cuando escuchamos este slogan y nos sentimos orgullosos de tener el mundo en nuestras mentes y la facultad de convertir las ideas en realidad, en nuestras manos. Somos unos malagradecidos. Resultamos ser el bicho más capáz y hacemos con nuestra capacidad una verdadera dictadura de la mente con nuestro planeta que es el suelo, aire, cielo, agua. cerro en que vivimos. Una falta de respeto. Bajemos al nivel del suelo y observemos a las hormigas, quizás podamos entender las palabras comunidad y sociedad.